La medicina tradicional china tiene miles de años, llamada también medicina energética: todo gira en torno al Qi (energía, una fuerza vital que fluye por nuestro cuerpo). Al hacer un diagnóstico se realiza una entrevista al paciente, se palpa el pulso y se mira el rostro, lengua y ojos. Se pueden utilizar varias técnicas de tratamiento, como acupuntura, masajes, ejercicios de respiración y relajación. Los consejos dietéticos y herbales especiales tienen como objetivo armonizar la nutrición.